Para 2020, más del 20% de la población de EE. UU. tendrá 65 años o más.1 El envejecimiento saludable es y seguirá siendo un enfoque importante en muchas oficinas de Medicina Funcional. La sarcopenia, la pérdida gradual de masa muscular que se produce en adultos sanos a medida que envejecen, comienza después de los 30 años y se acelera después de los 60. La diferencia entre la masa muscular de una persona de 20 años y una de 80 es alrededor del 30% .2 La pérdida de músculo contribuye a la movilidad reducida, aumento de las hospitalizaciones (fragilidad y caídas), recuperación prolongada y mortalidad.3 Los factores que contribuyen a la aparición más temprana y la progresión más rápida de la sarcopenia incluyen falta de actividad física, afecciones inflamatorias, desequilibrios de azúcar en sangre, antecedentes de tabaquismo, desequilibrios hormonales y niveles bajos de vitamina D.4 Abordar estos factores de riesgo es parte de un enfoque preventivo individualizado. Las consideraciones terapéuticas que pueden ralentizar este proceso sarcopénico y mejorar la calidad de vida en general (CV) en un adulto mayor y por lo demás sano incluyen: Proteína La ingesta diaria adecuada de proteínas es esencial para la salud muscular y posiblemente incluso más importante en la población que envejece. Según la evidencia, la ingesta ideal de proteínas para un adulto mayor sano es de 1,0 a 1,2 g de proteína / kg de peso corporal / día, mientras que es posible que se requieran niveles de ingesta más altos en pacientes con enfermedad aguda o crónica.5 En general, lograr una ingesta óptima de proteínas puede ser más difícil para los pacientes ancianos con alto riesgo de sarcopenia. Según los resultados de un análisis de 2011 sobre las tendencias de salud y envejecimiento, casi la mitad de todos los adultos estadounidenses mayores de 65 años tienen dificultades o reciben ayuda con sus actividades diarias.6 Los polvos de proteína con BCAA agregados son una forma conveniente de ayudar a los pacientes a cumplir con sus requerimientos de proteínas y obtener nutrientes críticos para ayudar a abordar la sarcopenia.7-8 La proteína adecuada también puede reducir el riesgo de otros eventos asociados con la edad, como accidentes cerebrovasculares9 y fracturas de cadera.10 Además, un médico no tiene que esperar hasta que aparezcan signos de sarcopenia antes de evaluar las necesidades de proteínas. En combinación con la actividad física, una cantidad adecuada de proteínas durante la vida adulta puede ofrecer protección contra la aparición y progresión tempranas de la sarcopenia.11 Puntos clínicos clave: Es importante abordar el aumento de las pautas dietéticas para la ingesta de proteínas para prevenir la pérdida de masa muscular en los adultos mayores7 Una mayor ingesta de proteínas y una menor masa de grasa podrían estar asociadas positivamente con el rendimiento físico en mujeres mayores12 Los médicos pueden ayudar a retrasar la aparición y progresión de la sarcopenia al evaluar la ingesta de proteínas antes de la presencia de signos y síntomas clínicos11 Grasas marinas omega-3 Los diversos e importantes beneficios para la salud de los ácidos grasos poliinsaturados omega-3 (PUFA), a saber, el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA), están bien documentados. Específicamente para la población que envejece, la investigación apunta a beneficios en la salud cognitiva y marcadores cardiovasculares, así como en la función física.13 A pesar de la evidencia, la ingesta dietética de ácidos grasos omega-3 es consistentemente insuficiente en América del Norte, con más del 90% de la población consumiendo <500 mg / día de EPA y DHA.14 Esto está muy lejos de la ingesta terapéutica (para los músculos masa y función) sugeridos en los ensayos clínicos de 2g-4g / día.15 La orientación nutricional sobre la ingesta de omega-3 brinda una oportunidad terapéutica para que los médicos apoyen a sus pacientes de edad avanzada. Puntos clínicos clave La suplementación con aceite de pescado ayuda a abordar la brecha de nutrientes EPA + DHA de la dieta14 y puede ayudar a retrasar la disminución de la masa muscular y la función en los adultos mayores.16 El aumento de la ingesta de omega-3 estimula la síntesis de proteínas musculares y puede ser útil en la prevención y el tratamiento de la sarcopenia15. La mejora en la fuerza de agarre y el tono muscular son beneficios positivos que se pueden lograr con la suplementación con aceite de pescado16 Vitamina D La deficiencia de vitamina D es una ocurrencia común en la población anciana y su relación con la salud ósea está bien establecida. Además, el estado normal de vitamina D también se ha correlacionado positivamente con los resultados funcionales en los ancianos.18 La optimización del estado de vitamina D puede resultar un componente esencial de un protocolo que aborde la fragilidad y la sarcopenia relacionadas con la edad, especialmente cuando se combina con actividad física y una proteína -Dieta rica.17 Puntos clínicos clave El tratamiento de la insuficiencia y la deficiencia de vitamina D puede mejorar el rendimiento muscular, reducir el riesgo de caídas, disminuir la pérdida ósea y reducir la incidencia de fracturas18. Los datos del metanálisis indican que los niveles séricos de 25-hidroxivitamina D están asociados significativa y directamente con el riesgo de fragilidad19. Ejercicio El ejercicio regular es importante para la prevención y el tratamiento de la sarcopenia. Al influir positivamente en los niveles de azúcar en sangre y la composición corporal, la actividad física ayuda a reducir muchos de los factores de riesgo asociados con la aparición temprana de sarcopenia. El ejercicio también apoya directamente la función y la masa muscular saludable. Ya sean jóvenes o mayores, alentar a los pacientes a llevar un estilo de vida activo es una adición importante y saludable a un plan de prevención y control de la sarcopenia. El beneficio terapéutico se optimiza cuando los programas de acondicionamiento físico incluyen ejercicios de resistencia y resistencia 3 veces por semana.2 Puntos clínicos clave La actividad física mitiga constantemente la fragilidad y mejora la sarcopenia y la función física en los adultos mayores20 Los pacientes mayores que participan en programas de ejercicios de resistencia y resistencia pueden mejorar no solo su función e independencia, sino también su calidad de vida21. Las implicaciones de la sarcopenia son potencialmente graves. Se pueden reducir muchas complicaciones y mejorar la calidad de vida con un enfoque de nutrición funcional. Referencias
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AutorEsposo, padre de un niño increíble, amante de los perros. Mi propósito es ayudarte a vivir la mejor de las vidas. Archivos
Agosto 2023
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